"Ventana abierta"
Lo mandó un sacerdote:
"Según relata el Padre Byrne, el Papa Juan Pablo II decidió realizar una visita fuera de programa al Santísimo Sacramento durante su paso por el Seminario de Santa María en Baltimore.
Sin embargo, ese trayecto no había sido inspeccionado por el aparato de seguridad del Sumo Pontífice; por ello, una vez que el Papa expresó su deseo, los agentes pusieron manos a la obra, revisando el edificio y con especial atención la capilla donde el Santo Padre haría sus oraciones. Para verificar que nadie se hubiera escondido y pudiera causar ningún problema.
Para eso, llevaron un perro amaestrado para encontrar personas entre los escombros. Ocurrió entonces algo impresionante.
El perro se detuvo ante el Sagrario y quedó inmóvil, con la mirada fija, oliendo y rehusando abandonar su sitio, tal como estaba entrenado a reaccionar si encontraba personas vivas entre escombros.
El perro no tenía ninguna duda: alguien vivo estaba escondido en el Tabernáculo..."
Sin embargo, ese trayecto no había sido inspeccionado por el aparato de seguridad del Sumo Pontífice; por ello, una vez que el Papa expresó su deseo, los agentes pusieron manos a la obra, revisando el edificio y con especial atención la capilla donde el Santo Padre haría sus oraciones. Para verificar que nadie se hubiera escondido y pudiera causar ningún problema.
Para eso, llevaron un perro amaestrado para encontrar personas entre los escombros. Ocurrió entonces algo impresionante.
El perro se detuvo ante el Sagrario y quedó inmóvil, con la mirada fija, oliendo y rehusando abandonar su sitio, tal como estaba entrenado a reaccionar si encontraba personas vivas entre escombros.
El perro no tenía ninguna duda: alguien vivo estaba escondido en el Tabernáculo..."
¡Qué bonita experiencia!, ¿verdad, amigos?
Ya sabemos los creyentes, que Jesús está vivo y entre nosotros.
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