Cada domingo lo recordamos, la Eucaristía es el banquete del reino, nos une con Cristo y es vínculo de unidad entre nosotros. En ella participamos realmente del Cuerpo y de la Sangre del Señor, y esa comunión nos hace vivir también como hermanos.
Ahora, estimados amigos seguidores de este blog, y todos aquellos que pasen por él esporádicamente, y si así lo desean, nos unimos en comunión, uniéndonos a Cristo y a todos los hermanos y hermanas del mundo, haciendo nuestra Comunión Espiritual.
La viuda de Sarepta
La viuda de Sarepta
"Señor Jesús, la pobre viuda de Sarepta supo ver en el profeta Elías al enviado de Dios, por eso confió en su palabra, y Tú mismo nos has enviado hoy a mirar a otra viuda pobre con tu mirada.
Todos habían visto su gesto sin importancia alguna sise comparaba con las magníficas ofrendas de la otra gente afortunada y piadosa, pero ninguno le había dado la menor importancia, sólo Tú, Señor, percibiste su grandeza e invitaste a tus discípulos, a mirar a la pobre viuda con la mirada de Dios.
Enséñanos también a nosotros a mirar con esa mirada, que más allá de las apariencias sepamos siempre mirar al hermano con la mirada que le miraste Tú.
Que no nos dejemos dejar llevar nunca por los prejuicios, que en tantos momentos nos conducen a excluir al hermano que tenemos a nuestro lado, a mirarle con indiferencia, a evitarle si por alguna causa cuestiona nuestro bienestar.
Ayúdanos siempre, Señor, a mirar con la mirada de misericordia con que nos miras Tú".
Todos habían visto su gesto sin importancia alguna sise comparaba con las magníficas ofrendas de la otra gente afortunada y piadosa, pero ninguno le había dado la menor importancia, sólo Tú, Señor, percibiste su grandeza e invitaste a tus discípulos, a mirar a la pobre viuda con la mirada de Dios.
Enséñanos también a nosotros a mirar con esa mirada, que más allá de las apariencias sepamos siempre mirar al hermano con la mirada que le miraste Tú.
Que no nos dejemos dejar llevar nunca por los prejuicios, que en tantos momentos nos conducen a excluir al hermano que tenemos a nuestro lado, a mirarle con indiferencia, a evitarle si por alguna causa cuestiona nuestro bienestar.
Ayúdanos siempre, Señor, a mirar con la mirada de misericordia con que nos miras Tú".
No hay comentarios:
Publicar un comentario