"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES
QUE “NO MARQUES PARA TALAR” NINGÚN ÁRBOL
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
LOS ÁRBOLES MARCADOS
Como ya sabes por otros retos, estas últimas semanas
hemos estado recogiendo la cosecha de frutos secos. A mí me ha tocado ir a
varear los almendros.
Admito que yo, paleta de asfalto, es algo que no había
hecho nunca, pero creía saber de qué iba la historia: coges un palo y ¡a darle
duro!
No puede tener mucho misterio, ¿no? Pues sí, fíjate...
hasta para esto se necesita un máster. ¡Resulta que hay almendros amargos! Y,
claro, esos mejor no varearlos. Para diferenciarlos es muy sencillo: hay que
probar cada árbol; es decir, hay que comerse una almendra para descubrir si es
buena o no. En caso de que sea buena, se varea el árbol; si es amarga, se pasa
al siguiente después de marcar el árbol.
-Para talarlo -supuse yo.
-¡¡Uy, talarlo dice!! -me respondió una hermana,
fingiendo escandalizarse- ¡Con la de años que se necesitan para que crezca!
-Pero si da frutos amargos, no merece la pena tenerlo...
-comenté tratando de ser práctica.
-No, por eso los marcamos: para, en este nuevo año,
injertarlos.
Yo alucinaba a todo color. Resulta que, al árbol amargo,
se le cortan las ramas, y se le injertan otras de un almendro bueno. Y así,
¡¡da almendras buenas!!
Lo cierto es que me resulta impresionante: ¿puede un
árbol amargo dar frutos buenos? ¡Sí, si está injertado!
Entonces recordé que san Pablo dice que nosotros, por el
bautismo, ¡hemos sido injertados en Cristo! Su sabia buena nos transforma desde
dentro. Ante nuestras “almendras amargas”, el Señor no piensa en talarnos,
quitarnos de en medio... ¡lo que desea es injertarnos, unirse a nosotros con
más fuerza! ¿Te dejarás marcar por Él?
No pienses que se trata de una simple “parábola”. Esto
es real: sucede en cada Eucaristía. Al acercarte a comulgar, permites al Señor
que te injerte con más fuerza en Él, y Su sangre corre real y auténticamente
por tus venas.
Y, "si la raíz es santa, también las ramas” (Rm 11,
16). No hay árboles “buenos” o “malos”... ¡la diferencia es si se dejan
injertar!
Hoy el reto del amor es que no “marques para talar”
ningún árbol. Tal vez descubras personas a tu alrededor que gustosamente
quitarías de tu vida. Hoy te invito a que, de la mano de Cristo, tengas
paciencia y esperanza. Por muy amargas que sean sus almendras, ¡cualquier árbol
se puede injertar! Hoy no juzgues a esa persona, ora por ella. ¡Espera y confía
en el Señor! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
Enlace para solicitar el calendario “VIVE DE CRISTO
2019”:
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https://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
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