POR DEHONIANOS
El día 2 de noviembre se celebra la conmemoración a los
fieles difuntos en la Iglesia Católica.
Esta
fiesta responde a una larga tradición de fe. Este día recordamos a todas las
personas queridas que nos han dejado y a todas las almas en camino hacia la
plenitud de la vida eterna. Es importante rezar por aquellas personas que
han acabado su vida terrena y que se encuentran aún en estado de purificación
en el Purgatorio.
Como decía
San Juan Pablo II, «al rezar por los muertos, la Iglesia contempla sobre todo
el misterio de la Resurrección de Cristo que por su Cruz nos obtiene la
salvación y la vida eterna. La Iglesia espera en la salvación eterna de todos
sus hijos y de todos los hombres». Y a esto también resalta la importancia de
las oraciones de intercesión y de súplica que la Iglesia dirige a Dios tienen
un gran valor. «El Señor siempre se conmueve por las súplicas de sus hijos,
porque es Dios de vivos. La Iglesia cree que las almas del purgatorio “son
ayudadas por la intercesión de los fieles, y sobre todo, por el sacrificio
propiciatorio del altar”, así como “por la caridad y otras obras de piedad”».
La Iglesia
Católica anima a los fieles «a rezar con fervor por los difuntos, por sus
familias y por todos nuestros hermanos y hermanas que han fallecido, para que
reciban la remisión de las penas debidas a sus pecados y escuchen la llamada
del Señor».
En muchos
lugares de nuestro país se tiene la costumbre de ir a los cementerios a visitar
a nuestros seres queridos. No perdamos esta bonita costumbre. ¡Feliz día!
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