"Ventana abierta"
Alicia busca a Dios
Un día,
una niña llamada Alicia pensó:
“Quisiera
conocer a Dios. ¿Dónde lo podré encontrar?”.
Dios
escuchó su pregunta y a la mañana siguiente le regaló un bello amanecer. Pero
Alicia no le dio importancia.
En el
colegio, le preguntó a la profesora de religión y ella le respondió:
– Dedica todos los días unos minutos a
estar en silencio y sentirás a Dios.
Dios deseaba que Alicia lo encontrara así
que siguió enviándole señales de su presencia.
Una tarde, unos pajaritos se posaron en su
ventana y comenzaron a piar una bella melodía, pero Alicia estaba tan distraída
jugando que no los oyó.
Salió a pasear al parque y entró en una
iglesia. Pero allí sólo vio imágenes inmóviles que no hablaban, y se marchó de
allí.
Cuando llegó a su casa, su madre se acercó
y le dio un beso. Alicia no se dio cuenta; estaba muy ensimismada pensando en
cómo podía encontrar a Dios.
Esa misma noche se acostó muy triste
porque le parecía que era imposible encontrarse con Dios. Pero mientras dormía,
Dios le dijo en sueños:
– Alicia, hoy te he enviado muchas señales: el bello
amanecer, los pajaritos, la iglesia y el beso de tu mamá. Todos son regalos
para que te puedas encontrar conmigo.
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