"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES
AMAR
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
TANQUE, QUE NO ESTANQUE
En la huerta tenemos un tanque de agua enorme que está
colocado justo en el centro de toda la huerta.
Su función es imprescindible: se alimenta de un pozo que
está a unos 80 metros bajo tierra. En ese pozo hay un motor que sube el agua
con un caudal grandísimo y la deposita en el tanque. Desde el tanque se
distribuye el agua por toda una red de tuberías que recorren la huerta hasta
las diferentes bocas de riego. Gracias a este sistema podemos regar cada árbol,
cada flor, y el agua llega para todos en abundancia.
Pero el otro día nos dijeron que teníamos que limpiar el
tanque porque la salida del agua se atascaba. De manera que ayer nos pusimos
manos a la obra y nos adentramos a limpiar.
Sacábamos cubos y cubos de algas y agua estancada.
Claro, no sólo había entrado agua del pozo, sino que el viento, las lluvias lo
habían llenado de arena, de verdín...
Fue como si de pronto todo me hablara. El tanque es
nuestro corazón: un recipiente vacío que continuamente necesita llenarse de
agua, pero de un Agua que corre y que necesita ser distribuida para que le
llegue a muchos: todo su alrededor se nutre de su agua, de su amor. Ese caudal
que sube el agua del pozo es la oración, donde lo recibimos todo de Cristo para
después poderlo dar.
Pero, ¿cuántas veces no queremos dar un poco del amor
que recibimos y dejamos de amar? Nos da miedo vaciarnos, no sea que no se
vuelva a llenar nuestro tanque. Pero el agua no puede parar; si deja de fluir
se estanca y, al estancarse, todas las algas se pegan a las paredes y quedamos
endurecidos.
Me imaginaba al Señor vestido con su mono de trabajo
dispuesto a entrar a limpiarlo y desatascarlo. "Pero, ¿por qué iba a
querer alguien entrar en ese sitio tan sucio que parece inhóspito?", me
preguntaba.
Pues por el mismo motivo por el que nosotras nos
lanzamos a limpiar nuestro tanque; exactamente por eso, porque es nuestro. Así
el Señor no duda, está deseando, porque tú eres suyo. ¿Le das paso?
Hoy, si no puedes amar, si piensas que necesitas poseer
el amor para poder ser feliz, sólo vuélvete a Él: en Cristo está tu felicidad.
Su Amor por ti es tan personal que te hace sentir exclusivo para Él.
Hoy el reto del Amor es amar. Deja que el agua corra, no
permitas que se estanque en ti. Tan sólo muestra a tus seres queridos un
detalle, un gesto de cariño. Habla, da el paso, vuelve a dar tu sí para dejar
salir el agua, y Cristo hará el resto.
No dejes pasar tu oportunidad para ser feliz hoy.
VIVE DE CRISTO
www.dominicaslerma.es
¡Feliz día!
No hay comentarios:
Publicar un comentario