"Ventana abierta"
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
CARRERA DESIGUAL
Cada mañana, al terminar el trabajo, me
gusta salir a la huerta, pues... ¡tengo competición!
Bueno, en realidad sólo echo unas carreras
con Jubi, nuestra beagle. Cuando era pequeña, el asunto resultaba divertido
porque ganaba yo. Ahora... todos los días me espera sentada en lo alto de la
cuesta, con una cara de aburrimiento morrocotuda, mientras yo trato de llegar a
su lado con la lengua fuera...
“Pero qué lenta...”, parece decirme cuando
llego.
Sin embargo, una nueva era ha comenzado.
Resulta que... ¡me han arreglado la bici!
Jubi no tenía ni idea de lo que es
semejante cacharro. Y, para cuando quiso darse cuenta, ¡yo ya llevaba una
ventaja descomunal!
En la primera curva, alcancé a ver cómo
corría... ¡casi perdía las orejas de la velocidad que llevaba! Pero, ¡ah!, esta
vez fui yo la que esperó en lo alto...
-Vaya, Jubi, qué lenta ibas hoy, te veo
desentrenada...
¡Qué diferente es correr a patita o en
bici! Claro, que la bici necesita estar a punto: ruedas hinchadas, piñones
lubricados, sillín ajustado... ¡son muchos detalles! Por eso es fundamental de
vez en cuando dar una buena revisión, ¡o toca ir “a patita”!
Pues eso es lo que nos sucede precisamente
hoy a nosotras: ¡comenzamos nuestra semana de “puesta a punto”! ¡Hoy comenzamos
los Ejercicios Espirituales!
Estos días son un auténtico regalo, en que
el Señor nos llama a estar con Él, a parar con Él, ¡a dejarnos poner a punto!
En estos días, todo se detiene en el
Monasterio: no hay trabajo, ni llamadas, ni visitas...
Con todo lo que hay que hacer, eso de
“frenar” admito que me cuesta bastante... Pero hoy en la oración el Señor me ha
hecho ver que es el momento de dejar de “correr”, ¡para que Él ponga a punto mi
bici!
“Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15,
5)... ¡y qué cierto es! Nuestras palabras, nuestros gestos... si nacen sólo de
nuestro amor, serán pequeños, apagados, pobres y costosos. Pero, si nos
llenamos de Jesucristo, si Él nos lleva en sus alas, ¡cada gesto, por pequeño
que sea, será una maravilla! ¡La victoria está asegurada!
Hoy el reto del amor es frenar. Te invito
a que tú también reserves un rato del día para parar con Jesucristo, si puede
ser al principio de la jornada, mucho mejor. Deja que Él ponga a punto la bici
de tu corazón. Tal vez Le lleve unos minutos, ¡pero irás mucho más rápido que
corriendo “a patita”! Y, ya que estás con Él... ¡acuérdate de orar por
nosotras, que abramos nuestras almas para que el Señor pueda obrar grandes
maravillas en nosotras! ¡Gracias!
VIVE DE CRISTO
https://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
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