"Ventana abierta"
El regalo más exquisito del
Ingredientes:
- Un kilo de amor.
- 500 gramos de creatividad.
- Un vaso de fe.
- Dos cucharadas de alegría.
- Un puñado de fraternidad.
Utensilios:
Únicamente se necesita un corazón grande, limpio, generoso.
¡¡¡Dónde vas!!!
El tuyo sirve, no busques más...
Elaboración:
1. Extiende el kilo de amor en tu corazón. Es el ingrediente fundamental. Y es que sin amor despídete de hacer un regalo"como Dios manda". Visualiza a la persona que va a disfrutar del regalo...¿Ya? Ahora pregúntate: "¿La quiero? ¿Es el amor el que me lleva a hacerle el regalo? ¿O es puro cumplimiento: cumplo y miento?"
2. Echa sobre la masa de amor los 500 gramos de creatividad para evitar que se formen grumos de rutina.
Utiliza tu ingenio para sorprender a tu gente. Recuerda que un regalo, por muy valioso que sea (económicamente), no es, en absoluto, sinónimo de buen regalo, ni garantía de que le vaya a gustar.
3. Vierte el vaso de fe sobre la masa resultante. Confía en el Niño Dios, confía en ti mismo: el regalo va a salir buenísimo; es la magia de la Navidad... ¡Adelante!
4. derrama las dos cucharadas de alegría. Es contagioso. Si tú preparas el regalo con optimismo, con alegría, la persona que lo va a degustar lo recibirá con la misma actitud. ¡Ojo! Pues también sucede lo contrario: si lo haces con pesimismo, con desgana, el regalo irá directamente al cuarto de los cachivaches.
5. Finalmente espolvorea el puñado de fraternidad. Será la guinda perfecta. Convertirás este año a las personas que vayan a recibir tus regalos (sin necesidad de ser padre, madre, hijo o familiar) en hermanos... ¡Y eso no tiene precio!
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