"Ventana abierta"
Novena a Ntra. Sra. de los Reyes
en su Asunción al Cielo
8 - Agosto - 2017
Versículo
introductorio
V. Dichosa eres Santa
María.
R. Y digna de toda
alabanza.
Lectura
Lc 1:46-55: "Proclama mi alma la grandeza del Señor"
Comentario
"María en la
visita a la Madre del Precursor, aparece como la Virgen orante; su espíritu se
abre en expresiones de glorificación a Dios, de humildad, de fe, de esperanza,
tal es el Magnificat" (M.C. 18).
Después del
saludo por ambas partes, María prorrumpe en un canto de alegría, de alabanza a
Dios Salvador, un canto de gratitud a Dios, Padre fiel y todopoderoso, que obra
maravillas con los pobres. María expresa con este poema su grandeza de alma, su
gozo, el más grande que ha invadido el corazón humano – Cristo vive en ella –
es un gozo unido a la humildad más profunda y a la acción de gracias porque el
Señor ha mirado la pequeñez de su esclava.
Con la
oración del "Magnificat", la Virgen María nos abre caminos de esperanza, de
mayor vivencia de la fe; nos abre caminos de alegría porque el que todo lo
puede es fiel y misericordioso de generación en generación.
La Virgen
orante – de la Visitación – nos impulse a "que sepamos acudir a las necesidades
de los demás con el fin de socorrerlas, pero sobre todo para que llevemos a
Jesús… y proclamemos las maravillas que el Señor hace en el mundo…" (Cf. V. C.
112)
Peticiones
a) Señor,
por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te
pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que
nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufren
para que permanezcamos fieles al evangelio y al espíritu de nuestra Santa Madre
Fundadora.
Ave María… y
Gloria al Padre
b) Señor,
por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la
cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y
seamos portadores de evangelio, consuelo y paz.
Ave María…y
Gloria al Padre
c) Señor,
por intercesión de la Virgen María, que fue elevada al cielo y glorificada
sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor
a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma
que vivió Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta,
lleguemos un día a la gloria del cielo.
Ave María… y
Gloria al Padre
Oración
final
Oh Dios, Salvador
de los hombres, que, por medio de la Virgen María, llevaste la salvación y el
gozo a la casa de Isabel, concédenos proclamar tu grandeza con la santidad de
nuestras costumbres y que vayamos gozosos al encuentro de los que sufren
proclamando la Palabra de salvación para que reconozcan a Cristo como el
Salvador. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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