"Ventana abierta"
Oración de Comunión Espiritual
Buenos días, amigos: Cada domingo recordamos que la Eucaristía es vínculo de unión fraterna.
Si participamos en la Eucaristía, tenemos que ser también nosotros vínculo de unidad con los hermanos.
No podemos participar en la Eucaristía si en nuestro corazón hay división o hay odio, hay exclusión o rechazo.
En la Eucaristía participamos del Cuerpo y la Sangre del Señor.
Por eso ahora, estimados seguidores de este blog, y todos aquellos amigos que entren esporádicamente y lo deseen, nos unimos en Comunión Espiritual con el Señor y con los hermanos.
- "¿Dónde lo habéis enterrado -pregunta Éste?
- Ven a verlo, Señor -le respondieron.
Y tu discípulo amado nos dice que comenzaste a llorar.
Nos conmueven, Señor, tus lágrimas. Son las lágrimas de un hombre que llora ante el amigo que ha muerto, ante la soledad de las dos hermanas abatidas por el zarpazo de la muerte.


Quizá no fueron tus únicas lágrimas: lloraste ante la muerte de tu amigo Lázaro, quizá también lloraste ante otros muertos. Quizá cuando José os dejó a Ti y a tu Madre, y en la casa de Nazaret se llenó del vacío de su ausencia.
Las tuyas son lágrimas del hombre que llora porque no podía ser de otra manera, porque Tú eres el Hijo del Hombre.
Nos conmueve, Señor, tus lágrimas, porque son las lágrimas de Dios en tu rostro humano.
En Ti, Señor, Dios llora en la tierra, y tus lágrimas nos consuelan ante todos nuestros dolores y ante todas nuestras muertes.
Tus lágrimas, Hijo de Dios Vivo, Señor que te compadeces, nos dicen que no estamos solos, que estás junto a nosotros, que nos acompañas siempre, y que has venido para darnos, con tu muerte, la plenitud de la Vida.
Gracias, Señor, por tus lágrimas que nos dan la paz y el consuelo del alma.
Ayúdanos a llorar con los que lloran para compartir tu llanto, y para encontrar nuestras vidas en tu ternura eterna".
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