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viernes, 16 de agosto de 2013

LOS DEDOS DE LA MANO NOS ENSEÑAN A ORAR

"Ventana abierta"


Me han pasado esta oración del nuevo Papa, Francisco.

¡BIENVENIDO, SANTO PADRE!

 Desde Rumblar en Jaén y desde Sevilla (España) queremos dar la bienvenida al Santo Padre Francisco.

 

Aunque iré compartiendo alguna información más, quería dejaros esta oración compuesta por Mons. Jorge Mario Bergoglio, antes de ser nombrado nuevo Pontífice.
¡ES PRECIOSA!
Me animo a compartirla y, sobre todo, ¡a practicarla!
¡¡VIVA EL PAPA!!

¡FRANCISCO PRIMERO, TE QUIERE EL MUNDO ENTERO!






Aquí traduzco la oración con letra más grande, para que se pueda leer más fácilmente.

ES ÉSTA UNA BONITA ORACIÓN DE MONSEÑOR BERGOGLIO. MUY SIMPLE, PERO MUY COMPLETA.

        UNA ORACIÓN EN CADA DEDO

 

 
 "Si supieras cuánto te amo, llorarías de alegría".

 1.  El pulgar es el más cercano a ti:
Así que empieza orando por quienes están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. 
Orar por nuestros seres queridos es "una dulce obligación".

2.  El siguiente dedo es el índice:
Ora por quienes enseñan, instruyen y sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes.
Ellos necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás.
Tenlos siempre presentes en tus oraciones.

3.  El siguiente dedo es el más alto:
Nos recuerda a nuestros líderes.
Ora por el presidente, los congresistas, los empresarios, y los gerentes.
Estas personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública… Necesitan la guía de Dios.

4.  El cuarto dedo es nuestro dedo anular:
Aunque a muchos les sorprenda, es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano.
Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos. 
También debe invitarnos a orar por los matrimonios.

5.  Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los dedos:
Que es como debemos vernos ante Dios y los demás.
Como dice la Biblia "los últimos serán los primeros". 
Tu meñique debe recordarte orar por ti… Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las tuyas.



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