LA VIDA TE DEBE UN APLAUSO

Muy estimados amigos:

Recibid un saludo cordial.

Todos andamos metidos en tareas y afanes. Buscamos luz en el sendero.

En crisis y en tiempos recios, precisamos coraje y aprender optimismo.

El optimismo es el camino más corto hacia la felicidad.

El optimista propende a ver las cosas en su aspecto más favorable.

La actitud optimista nos guía a la felicidad como horizonte.

El optimista mira el mundo con mejores ojos.

Puedes aprender optimismo y mejorar la vida. El optimista considera los golpes de la vida como desafíos; incluso, los encaja como oportunidades.

El optimismo se aprende. Puedes adoptar la “mentalidad del cambio”:

ten conciencia de que eres persona cambiante,

creces cada vez que te arriesgas,

tu optimismo se consolida, cuando tomas el timón de tu destino.

Aumenta tu confianza, felicítate por tus esfuerzos.

Piensa en positivo y deja todo pesimismo a un lado.

Un abrazo cordial, para quienes optan al diploma de optimistas, h. Enrique

Cuando enfrentamos la vida de forma positiva nos va mejor en todo.

“Nos define el estilo de levantarnos cuando caemos o fracasamos”.

“Soy optimista cuando me esfuerzo por conseguir las cosas que quiero".

“El optimista cree que todo tiene arreglo”. “Siempre tiene un proyecto”.

“El optimista ve en la adversidad un estímulo para superarse”.

“El optimista afronta los golpes adversos como desafíos superables”.

“El pesimista se queja del viento”.

“El optimista espera que el viento cambie”. “El realista ajusta las velas”.

“El optimismo forja entusiastas que trabajan animosos por alcanzar logros”.

“Para el optimista lo ‘imposible’ tarda ‘un poco más’ en conseguirse”.

El optimista vital celebra la vida. Es persona ilusionada, animosa, jovial.

Respira optimismo. Contagia entusiasmo. Comunica su alegría. Sonríe.

¡Optimista, la vida te debe un aplauso!

Cada uno pinta su vida de los colores que desea.

Dios pudo hacer el mundo en blanco y negro; pero eligió pintarlo en color.

Algunos necesitan colores vivos, pues no salen de un gris con tono sombrío. Somos hacedores de nuestro propio destino.

La forma de enfrentar la vida, determina cómo será nuestra ruta.

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