"Ventana abierta"
¡Hola, amig@s!
Moisés Mendelssohn, abuelo del conocido compositor alemán, distaba mucho de ser guapo y apuesto.
Además de una estatura algo baja, tenía una grotesca joroba.
Un día visitó a un mercader de Hamburgo que tenía una hermosa hija llamada Frumtje.
Moisés se enamoró perdidamente de ella, pero a ella le repelía su apariencia deforme.
Cuando llegó el momento de despedirse, Moisés hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta donde estaba el cuarto de aquella hermosa joven, para tener la última oportunidad de hablar con ella.
Era tan hermosa..., pero a Moisés le entristecía profundamente su negativa a mirarlo.
Después de varios intentos de conversar con ella, le preguntó tímidamente:
- ¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo?
- Sí, respondió ella, todavía mirando al suelo. - ¿Y tú?
- Sí, lo creo -contestó-. Verás:
En el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor anuncia con qué niña se va a casar.
Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa.
Entonces el Señor añadió:
- "Pero tu esposa será jorobada".
Justo en ese momento exclamé:
- "Oh, Señor, una mujer jorobada sería una tragedia, dame a mí la joroba y permite que ella sea hermosa".
Entonces Frumtjé levantó la mirada para contemplar los ojos de Moisés, pudo apreciar su belleza interior y un hondo sentimiento la conmovió. Alargó su mano y se la dio a Moisés.
Tiempo después, ella se convirtió en su esposa.
Sabemos que la belleza exterior se marchita, pero la belleza interior perdura.
¡Sepamos valorarla!
¡Sepamos valorarla!
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