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jueves, 12 de agosto de 2010

La sonrisa de María. 12 - Agosto - 2010

"Ventana abierta"


La sonrisa de María


¿Alguien ha visto alguna vez alguna imagen de María sonriéndose?
Lástima que en el aquel tiempo no hubiese cámaras fotográficas para que San José o el mismo Jesús le hubiese sacado una buena foto. Yo estoy seguro que saldría sonriendo.
Le hemos puesto todas las caras habidas y por haber. Pero eso sí, como era tan buena y tan santa, siempre seria. Cara bonita, pero seria.
Pareciera que para ser bueno y santo hay que plegar bien los labios y no enseñar los blancos dientes con una sonrisa.
Conocemos demasiado bien a la Virgen Dolorosa.
Y hasta nos conmueven sus lágrimas de madre.
¿Y conoceremos igualmente a la Virgen de la Alegría?
Porque yo estoy seguro de que María debió de ser la mujer más feliz y alegre del pueblo. Y razones tenía de sobra para ello.
¡Yo no quiero pensar que María nunca le regaló una sonrisa y hasta una linda carcajada a José!





¿Y ustedes se imaginan a una madre que no le regale cada día infinidad de sonrisas al Niño, haciéndole cuchi cuchi o haciéndole cosquillitas en la barriguita?
Sonrisas del Niño.
Sonrisas de la Madre.
Sonrisas del Carpintero.






Yo quiero la Virgen de la sonrisa esposa.
En su visita a Isabel, le bastó un simple saludo, para que, el crío que llevaba en sus entrañas la vieja, saltase de alegría. Si un simple saludo fue causa de alegría, cómo tendría que ser su presencia.


Yo quiero la Virgen de la sonrisa de la visitación.
Y el encuentro con Jesús resucitado en la mañana de la Pascua ¿a caso no fue una explosión de gozo, de alegría y de fiesta? ¿Y alguien hace fiesta sin la alegría de una sonrisa?


Yo quiero la Virgen de la sonrisa pascual.
Y su muerte, como encuentro definitivo con Dios, ¿no debió ser toda una sonrisa al encontrarse con la sonrisa de Dios que la recibía en un estrecho abrazo de eternidad y bienaventuranza?

Yo quiero la Virgen de la sonrisa del encuentro beatífico con Dios.
Y ¿qué pensamos de la Asunción de María?
¿No fue a caso la Asunción el momento de suprema felicidad de María?
¿No fue a caso la Asunción el momento de la suprema realización de María?
¿No fue a caso la Asunción el momento del supremo encuentro con Dios?



Yo quiero la Virgen de la sonrisa en su Asunción gloriosa.
Porque la fiesta de la Asunción se celebró primero en el cielo, mucho antes de que los cristianos la celebrásemos aquí en la tierra.
Y si en el cielo hacen fiesta por un pecador que se convierte, ¿qué fiesta no habrá habido en el cielo con la llegada de la que nació Inmaculada y nunca tuvo salpicadura alguna del mismo.


Yo quiero la Virgen de la sonrisa que hace fiesta en el cielo.
¿Y cómo celebraremos nosotros esta fiesta de la Asunción?
En infinidad de pueblos serán Fiestas patronales, con música y baile.
Pero ¿y en la Iglesia?
Bueno espero que la Misa sea cantada.
¿Pero con curas con una piedad y fervor que más parece dolor de estómago?
¿Con monaguillos que tienen prohibido perder su formalidad?
¿Con un Pueblo de Dios con caras largas de fervor, hasta que salgan de la Iglesia y entonces suene la fiesta?


Perdonen, pero yo quisiera que la fiesta de la Asunción de María, del triunfo glorioso en cuerpo y alma a los cielos fuese la fiesta de la Virgen de la alegría. La Virgen de la sonrisa. ¿Y ustedes, qué piensan?

Clemente Sobrado C. P. www.iglesiaquecamina.com

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