Felicitación a mi querida amiga,
Hª Carmina.
Hª Carmina.
Muy querida amiga:
Con motivo de tu Onomástica que ya se acerca, no queremos que puedas echar en falta nuestra cariñosa felicitación en este día memorable de Nuestra Señora del Monte Carmelo, la Virgen del Carmen.
He visto tus mensajes en mi Correo y sé que estás muy ocupada en tu trabajo de la Enseñanza siempre con el mejor de los ánimos, y más atareada aún has estado con los preparativos de fin de curso, aunque no por ello hemos dejado de mantener una fluída y cariñosa correspondencia que espero y deseo no abandonemos nunca, D.M.
Deseo, por el afecto que nos une, puedas celebrar tan señalada fiesta en la más dichosa compañía: de tus hermanas/o, además de tu comunidad de Religiosas en Madrid, o si estás haciendo los Ejercicios Espirituales, en cualquier otro sitio en el que te encuentres, recibas junto con ellos, todo género de venturas, lo disfrutes y seas muy feliz.
En este discurrir del tiempo hasta que te volvamos a ver y recibir de nuevo en ésta tu casa, con sinceros votos de paz y felicidad, recibe entretanto mis abrazos cariñosos y siempre cercanos.
Mis hijas -y especialmente Yolanda- me preguntan por ti,
y Manolo me encarga añada un saludo a mis efusivos abrazos.
Tus amigos incondicionales...
Angelita y familia.
He visto tus mensajes en mi Correo y sé que estás muy ocupada en tu trabajo de la Enseñanza siempre con el mejor de los ánimos, y más atareada aún has estado con los preparativos de fin de curso, aunque no por ello hemos dejado de mantener una fluída y cariñosa correspondencia que espero y deseo no abandonemos nunca, D.M.
Deseo, por el afecto que nos une, puedas celebrar tan señalada fiesta en la más dichosa compañía: de tus hermanas/o, además de tu comunidad de Religiosas en Madrid, o si estás haciendo los Ejercicios Espirituales, en cualquier otro sitio en el que te encuentres, recibas junto con ellos, todo género de venturas, lo disfrutes y seas muy feliz.
En este discurrir del tiempo hasta que te volvamos a ver y recibir de nuevo en ésta tu casa, con sinceros votos de paz y felicidad, recibe entretanto mis abrazos cariñosos y siempre cercanos.
Mis hijas -y especialmente Yolanda- me preguntan por ti,
y Manolo me encarga añada un saludo a mis efusivos abrazos.
Tus amigos incondicionales...
Angelita y familia.
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