Oración a nuestro Ángel de la Guarda
Le pedí fuerzas a Dios para llegar más lejos,
y me hizo débil,
para que aprendiera la humilde obediencia.
Le pedí salud para hacer cosas grandiosas,
y me hizo frágil para que hiciera cosas mejores.
Le pedí riquezas para ser feliz,
y me dio la pobreza para que fuera sabio.
Le pedí poder para ser admirado por los hombres,
y me dio debilidad,
para que sintiera la necesidad de Dios.
Le pedí todas las cosas para disfrutar la vida,
y me dio vida para disfrutar todas las cosas.
No tuve nada de lo que pedí,
pero todo lo que esperaba,
casi a pesar de mí mismo,
mis silenciosas plegarias,
fueron escuchadas.
Soy el más rico en bendiciones
entre todos los hombres.
(Plegaria silenciosa)
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