En éste tu hermoso día
Madre de los Dolores,
perfuman tu altar
no sólo las flores,
también las plegarias
Cuantos te invocan
en su aflicción,
alcanzan consuelo
Encuentra el enfermo
en tu devoción,
el bálsamo suave
Consuela a los tristes
en su soledad,
ampara a los niños
Madre de los Dolores,
Flor de aroma celestial,
Consuelo de tus fieles
Premia a los devotos
su fe y su piedad,
dándoles el Cielo
Conserva en la tierra
intacta la fe,
y pide a tu Hijo
Cuando salgo de tu templo
para volver a mi hogar,
siento la pena más honda
mi corazón traspasar,
y un dolor inefable
Más sin poderlo prever,
Madre mía,
del barrio me alejé,
pero a mis amigas y amigos
¡Contigo siempre, María!,
porque jamás podrá suceder,
que yo viva sin tu recuerdo
y que te deje de querer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario