El blog de Damián para niños
Lc 16, 1-13
“Ningún siervo puede servir a dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero”.
¿A quién servimos? Ésa es la pregunta. Está clara la opción del Padre. Nosotros, ¿tenemos claras nuestras opciones? ¿De qué parte del dibujo estamos? ¿Dónde nos colocamos? ¿Qué dibujo pintaríamos nosotros?
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