"Ventana abierta"
El derecho a vivir lo más dignamente posible, respetando la
vida, es algo que nos incumbe a todos. Y todos somos responsables en tener y
compartir los valores de las personas. Nadie es un inútil. La vida nos
interroga, nos cuestiona y nos exige colaborar en el bien común. Vivimos en una
sociedad tecnificada y si no estamos atentos, si no damos respuestas
inteligentes, liberadoras… nos convertimos en “esclavos” del progreso e
ignoramos a quienes viven en la pobreza.
Estamos llenos de tantas actividades… pero quizás vacíos de
ilusión y proyectos y vida. Hay que seguir buscando nuevos horizontes que nos
ayuden a ser más cercanos, a recuperar a quienes han perdido la ilusión y las
ganas de vivir. El valor de la convivencia nos exige, en primer lugar,
olvidarnos un tanto de nosotros mismos y apartar algo (o mucho) para los demás.
Hay que seguir caminando a pesar de algún tropiezo o caída.
¿Quién no se ha equivocado alguna vez? Saber tolerar y si es necesario: perdonar.
¡Cuántas lecciones nos da la vida! Seamos críticos, responsables y no caigamos
en lo que arrastra a las personas insensibles o indiferentes. La indiferencia
aísla, margina, al final... mata.



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