"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Por gracia sois salvos por medio de la fe; y
esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe.
Efesios 2: 24
El hombre es justificado por las obras, y no
solamente por la fe.
Santiago 2: 24
Carta a un amigo… otra vez
confundido (2)
Usted estaba muy contento al saber que Dios lo
perdonó por haber creído que Jesús “pagó” por usted… Eso fue lo que leyó en la
carta de Pablo a los Efesios. ¡Pero ahora otra vez está confundido, después de
haber leído la de Santiago, que parece decir lo contrario! En esta epístola,
sin buenas obras, usted no es visto como un hombre justificado.
¡Y si le dijese que los dos apóstoles tienen
razón! Para comprenderlo, basta con leer atentamente el contexto en el cual
ellos hicieron estas afirmaciones. Pablo dice lo que Dios hizo para
justificarlo: ¡sacrificó a su Hijo! Si usted acepta esto por la fe, es justificado
ante Dios.
Santiago, en cambio, le pide que muestre su fe
a los que le rodean… Pero, ¿cómo hacerlo, sino mediante su comportamiento?
Claro que Dios conoce el corazón de cada uno y justifica al que cree en
Jesucristo. Él sabe que usted ha creído, ¡entonces es salvo! Pero los que lo
rodean se basan en lo que ven en su vida práctica para apreciar si usted es un
hijo de Dios. Por ejemplo, si afirma que Dios le habla en la Biblia, pero nunca
la lee, será difícil que los demás le crean. Sucede lo mismo si afirma que
Jesús es su Señor, pero no le obedece; o si dice que él es su modelo, pero se
comporta mal con los demás…
Por lo tanto, amigo mío, usted no debe
preocuparse: Dios lo perdonó definitivamente gracias al sacrificio de Jesús.
¡Pero demuéstreselo a los demás viviendo verdaderamente para él!




No hay comentarios:
Publicar un comentario