"Ventana abierta"
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Señor, me
ha conmovido ver siervos tuyos ayudar a los más necesitados
"Cada una de las
personas que existen hoy en día, han venido a este mundo por Dios y para Dios.
Este es el más bello misterio que se encuentra en el corazón de todos los
humanos, en el fondo del alma de la vida de todos ustedes. Por lo cual el Señor
busca que sus siervos, es decir su pueblo, siga el ejemplo de su Hijo, Jesús,
en otras palabras, que apoyen a los necesitados, obren de buena fe, y siempre
mantengan sus oraciones a todos los que puedan, porque el amor de Dios es
grande y no discrimina a nadie.
Señor mío, ejemplo fiel de amor, compasión,
solidaridad y amor:
He presenciado algo que me ha conmovido y me
lleva a pedirte por lo que entró como ráfaga por mis ojos, por lo que inundó en
mi corazón, y por lo que dejó intranquila a mi mente: He visto en otros los
bellos valores de solidaridad, empatía, ayuda desinteresada y compasión. Nobles
valores y acciones que, siendo realizados por sencillas personas, lograron
volcar mi corazón, y dejaron mi mente pensando en lo mucho que hay por hacer.
Señor mío, en momentos así, veo que aún hay
esperanza para este mundo, pues tú te haces presente mediante aquellas
sencillas personas que dedican parte de su tiempo para mostrar ante todos lo
bello de tu obra; como cuando ayudan a otros que no cuentan con lo mínimo, dando
todo lo que está al alcance de ellos, lo mejor de sí mismos: su tiempo, su
dinero y su espacio; para poder aliviar en algo las penurias por las que saben
pasar algunas personas, algunos desfavorecidos.
Me martilla la conciencia, no me deja
tranquilo, pues me doy cuenta de que he sido egoísta conmigo mismo y con
aquellos a quienes la vida no les ha sido tan benevolente como conmigo. Por eso
esta noche vengo a pedirte perdón por esta actitud egoísta, y a la vez vengo a
agradecerte por personas como las que acabo de ver, de conocer, para que puedan
seguir inspirando a los demás (como a mí) a ser más gentiles con aquellos que
necesitan ayuda y afecto, personas que tienen vidas tan miserables que no hay
nadie con el corazón lo suficientemente noble como para estar dispuestos a
ayudarles.
Sólo me quedo ahora en mi cuarto, pensando en
la nobleza de ese gesto que pude percibir… me quedo en silencio pensando,
meditando, y me lleva a desear cumplir un nuevo compromiso de ayuda y altruismo
para poder darlo todo a manos llenas, como sé que a ti te gustaría que
hiciésemos los unos por los otros. Guíame, enséñame a ser de utilidad para ti y
las personas que pones ante mí.
Quiero servirte, cuenta conmigo Señor".
Amén.
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