"Ventana abierta"
Ángelus
LA ADULACIÓN
Puede sonarnos bien la adulación, pero en definitiva rompe la armonía que hemos de mantener con la verdad. Nadie está libre de ser adulado, pero todos podemos desecharla.
Nos dijeron los sabios antiguos de muchas formas:
"La adulación es una moneda falsa que empobrece a quien la recibe".
"Creer en las pérfidas insinuaciones de un adulador es como beber veneno en una copa de oro".
No hagamos caso de las adulaciones, sobre todo no adulemos jamás, que la adulación es un comercio de mentiras que por un lado se funda en el interés, y por otro en la verdad.
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