ventana

ventana

Sean bienvenidos

Sean bienvenidos

Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 30 de abril de 2013

El florero de porcelana

"Ventana abierta"


El florero de porcelana 


El maestro de novicios de un monasterio reunió a sus alumnos para la lección del día. - Voy a presentarles un problema - dijo el Maestro- a ver quién es el más habilidoso entre ustedes. Terminado su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala. Encima, puso un florero de porcelana, seguramente carísimo, con una rosa roja que lo decoraba. - Este es el problema - dice el Maestro -resuélvanlo-.

Los novicios contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor.

 ¿Qué representaba aquello? 
¿Qué hacer? 
¿Cuál sería el enigma?

Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar el "problema", hasta que uno de los novicios se levantó, miró al maestro y a los alumnos, caminó resolutamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.

- ¡¡Al fin alguien que lo hizo !! - exclamó el Maestro-. Empezaba a dudar de la formación que les estamos proporcionando este año !! 

  Al volver a su lugar el alumno, el Maestro explicó:
- Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema". 
No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado. 
Un problema es un problema; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae confort... "

Solo existe una manera de lidiar con un problema: atacándolo de frente. 
En esas horas, no se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo. 
Recuerden que un problema, es un problema. 
No tiene caso tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si al fin y al cabo ya no es otra cosa más que "un problema". 
Déjalo, hazlo a un lado y continúa disfrutando de lo hermoso y lo que vale la pena en la vida. 
No huyas de él... acaba con él.




lunes, 29 de abril de 2013

Del Ayuntamiento. (Humor)

"Ventana abierta"



Del Ayuntamiento. (Buenísimo...)


A la puerta de este Excmo. Ayuntamiento, se produce el hallazgo de un bebé abandonado.
Después de asear y alimentar al bebé, los funcionarios se lo entregan al Secretario. Al cabo de unos días el secretario emite una nota.

De SECRETARIO para R.R.H.H.
Acusamos recibo de un recién nacido de origen desconocido en la puerta de este consistorio.
Formen una comisión de investigación para determinar:

A/ SI EL 'ENCONTRADO' ES PRODUCTO DOMÉSTICO DE ESTE AYUNTAMIENTO.
B/ SI ALGÚN FUNCIONARIO DE ESTE AYUNTAMIENTO SE ENCUENTRA INVOLUCRADO EN ESTE ASUNTO.


Firmado: EL SECRETARIO.


Al cabo de un mes la comisión emite un comunicado:

De COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN para SECRETARIO.

Tras cuatro semanas de investigación, esta comisión concluye y le comunica, que el hallazgo NO PUEDE SER producto de este ayuntamiento por las siguientes razones: 

A/ Aquí nunca se hace nada por placer ni con amor.
B/ En este departamento jamás dos personas colaboran íntimamente para hacer algo positivo.
C/ Aquí nada de lo que se hace tiene pies ni cabeza.
D/ En nuestros archivos no consta nada que estuviera listo en tan sólo 9 meses.

Firmado: LA COMISIÓN.





domingo, 28 de abril de 2013

ESTAR AL PIE DE LA CRUZ

"ventana abierta"


AL PIE DE LA CRUZ
  Por Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara


En la homilía del domingo pasado, comentaba que algunas veces tenemos momentos que son como estar en nuestro propio calvario. Quisiera compartirles una parte de la charla que compartí en la experiencia sacerdotal de este año, es una experiencia de Sacerdotes (96 sacerdotes de toda la republica, fue en Guadalajara:

Para mi estar a los pies de Jesús, es estar al pie de los que sufren, de los que necesitan una palabra de aliento, también es muchas veces vivir mi propio momento de derrota y desesperación ante situaciones que yo mismo no puedo explicar. Puedo decir que en mi caminar como sacerdote también he vivido momentos de estar al pie de la cruz muy fuertes, en mis casi 15 años de sacerdocio me han tocado momentos muy duros que han marcado mi vida, por eso puedo decir que me identifico en este momento con María que contempla, guarda todas esas experiencias en su corazón. Son momentos de procesos de enfermedad que terminaron en la muerte. Son tres momentos con personas muy queridas para mí. El primero de ellos es uno de mis acólitos cuando yo era vicario, un muchachito de quince años, que comenzó con un problema hepático que terminó con una cirrosis hepática, en sus planes tenía la intención de ingresar al seminario, era un muchacho comprometido en la parroquia, cuando comenzó su enfermedad pensábamos que iba a pasar, pero cuando vinieron las complicaciones todo se derrumbaba, eran momentos que había que dar esperanzas, fortaleza tanto para el enfermo como para sus familiares, ¿Qué decir? Cuando contemplaba esta realidad me venían a la mente muchos pensamientos y sentimientos, ¿Porqué, si es un joven que apenas inicia un caminar? Me causaba mucha tristeza, desesperación, angustia, pues cada vez que se empeoraba su situación me mandaba llamar y esos momentos eran muy difíciles para su servidor ¿Cómo consolarlo? Si yo mismo estaba sumergido en la tristeza y la desesperanza ¿De dónde sacar explicaciones, fortaleza? y cuando lo veía ya inconsciente más la angustia aumentaba, pues lo recordaba cómo era él, inquieto, alegre, entusiasta, responsable, animoso. Era momento de callar y contemplar esa situación.

 

 Otro momento para mí muy desesperante y triste es el de una muchachita que estaba en el grupo de jóvenes, personita tranquila, muy hogareña, apegada a su familia, todo comienza cuando un día van a pedirme la bendición pues le van a hacer unos estudios ya que en su brazo izquierdo le encontraron una bolita muy dura, pensaron al principio que era una bolita de grasa, pasa el tiempo y los doctores no saben que es, al poco tiempo viene junto con sus padres ilusionada porque la bolita desapareció ya no tenía según ellos nada, pero al poco tiempo regresa y está más grande, se convierte en cáncer, lo médicos deciden amputar el brazo, pensando que con eso se detendría el cáncer, pero fue peor, fue como podarlo, todos estos momentos estuve cerca de la familia, cada uno de esos momentos los compartían conmigo esperando consuelo, fortaleza de su servidor, pero lo que más me conmovía y que en esos momentos más débil me sentía era cuando ella me decía: ¡No me quiero morir! Otra vez ¿Qué decir? ¿Cómo consolar? ¿Señor de dónde saco fuerzas? No me abandones en este momento de tanto dolor. Y Por último el que marcó más mi vida y que puedo decir que hay un antes y un después en la forma de celebrar los funerales, es la muerte de mi hermano el más chico, muere un día antes de realizar su examen profesional, preparados para una fiesta, no para un desenlace fatal, ese momento comienza con una llamada que me hacen a la oficina dándome la noticia ¿Mis papás ya saben? Fue mi primera pregunta a lo que me contestaron que no, había que hablarles, y otra vez la angustia crecía, la desesperación llegó a lo más alto, es como navegar contra corriente y ya no tener fuerzas para seguir adelante. ¿Cómo se los digo?... después de darles la noticia habría que ir por ellos, estaba a una hora de camino. Mientras iba por ellos surgieron en mí varias preguntas ¿Qué pasó, así me tratas, soy tu servidor? ¿Por qué? Acababa de recibir mi primera parroquia como párroco unos meses atrás, pasar de la alegría a la tristeza abruptamente, qué doloroso, es como cuando te cobran sin advertirte antes, como cuando no lees las letras pequeñas de un contrato. Pero el momento más doloroso celebrar su funeral fue la prueba más difícil y dolorosa de mi vida en esos momentos durante la homilía la interrumpí varias veces por mi llanto, las únicas palabras que hasta ahora recuerdo que le dije a mi familia es: ¡Este es nuestro examen profesional en la fe! Decir las palabras: La muerte de nuestro querido hermano… eran como introducir un clavo en mi corazón, pero el momento más álgido fue al despedir su cuerpo para ir al cementerio, ese momento fue llorar como un niño y por más que quería detener el llanto y las lagrimas no lo lograba, tenía tanto tiempo que no lloraba de esa manera, todo un sacerdote derrotado, sin fuerzas, con muchas preguntas sin respuestas. Pero puedo decir que, sí, en verdad después el Señor nos dio el consuelo, la paz y la fortaleza a nuestras familias. Estas experiencias y otras más fueron para mí como estar en el calvario contemplando lo que muchas veces no se puede entender y explicar y tratar de guardarlas en mi corazón.

Que el Señor sea su fuerza y su Paz.